La mortalidad infantil y la morbilidad de los niños en el Perú han venido disminuyendo a través de los años, un aspecto importante para obtener estos resultados sanitarios ha sido el progreso de las inmunizaciones en nuestro país, la vacunación constituye una de las principales acciones de la salud pública más costosa y efectiva para disminuir el riesgo de enfermar y morir en la población infantil; asegura la protección oportuna de acuerdo con el calendario de vacunación , constituyendo un derecho para todas las niñas y niños, especialmente para beneficiar a un sector especifico de la población más vulnerable, excluidos, pobres y pobres extremos.
Desde el descubrimiento de la vacunación moderna, hace más de 200 años, las vacunas han demostrado ser “una de las intervenciones de salud pública más exitosas y efectivas en términos de costo”. (1). como lo demuestra la Estrategia Sanitaria Nacional de Inmunizaciones al vacunar en la gran campaña de vacunación contra la hepatitis B a una población programada de 2 a 19 años de 10`126,086, de no vacunarse el 56% quedarían expuestas al virus de Hepatitis B (5’670,608 personas), de estos el 10% quedarían como portadores crónicos (567,060 personas) y de estos el 10% evolucionaría a cáncer de hígado (56,706 personas) y el 30% a Cirrosis hepatica (170,118 personas) (2,3) Los éxitos logrados con las vacunas no serian posible si no se contase con la cadena de frío quien es la responsable de mantener la calidad de las vacunas, es por ese motivo que la cadena de frío se le considera uno de los soportes básicos de los procesos de inmunizaciones y se le debe brindar atención especial para asegurar que las vacunas sean conservadas adecuadamente dentro del rango de temperatura de +2ºC a +º8C para asegurar que conserven su potencia inmunológica. La exposición fuera del rango +2ºC a +º8C exponen a la disminución o perdida de la potencia de la vacuna; la cual es acumulativa y es irreversible (ver anexo), por lo tanto es importante brindar toda la atención posible a los diferentes procesos de la cadena de frío, durante el transporte, preparación de paquetes fríos adecuados, manipulación adecuada de los equipos de refrigeración y conservación en los termos hasta el momentos de la vacunación. Por muchos años nos preocupamos por proteger las vacunas del calor, sin embargo la evidencia internacional (ver nro anexo) y los resultados del monitoreo de la temperatura de las vacunas para evaluar los riesgos de la congelación en la cadena de frío desarrollado en los meses de febrero a marzo del presente año (ver nro anexo), nos demuestran que existe riesgo inadvertido de congelamiento, la introducción de vacunas sensibles de congelación como la HvB que se congela a -0.5ºC y la aparición de instrumentos de registro de temperatura como los data logger que nos permite visualizar lo que sucede en todos los procesos de la cadena de frío, han logrado que su realicen recomendaciones y cambios en las normas nacionales con el objetivo de evitar la congelación (ver nro anexo) que son respaldadas por la OMS. |